Mi crisis de los 30: más que una crisis
Es como estar en la mitad de tu vida y comenzar a evolucionar. Como si la vida adulta empezara justo ahora. Muchas dudas vienen a ti, inseguridades, comienzas a cuestionarte, cuestionar tus ideales, tu personalidad, las decisiones que has tomado en tu vida y el camino que tomaste. Empiezas a ver hacia adelante y no hacia atrás, es cuando realmente comienzas a pensar en tu futuro, qué es lo que realmente quieres de la vida y cómo te ves en 10 o 20 años.
Por un momento comienzas a comparar las expectativas que te planteaste a los 17 o a los 20 años, versus lo que has logrado hacer con tu vida y algunos síntomas comienzan a aparecer: confusión de identidad, reevaluación de las relaciones cercanas, desilusión por el trabajo, estrés de origen financiero, desear tener hijos, frustración con las relaciones y el mundo laboral, inseguridad acerca del futuro, pérdida del apetito sexual, nostalgia por la vida y de alguna manera ver que a todo el mundo le va mejor que a uno. Y sí, algunos de esos síntomas se me han presentado de un tiempo para acá, pero ha sido una batalla emocional que me ha tocado librar y que, la verdad, no me fue tan mal.
Mi crisis de los 30, más allá de ver qué he logrado hasta ahora, me ha dado por comenzar a luchar por lo que quiero ser y hacer de ahora en adelante.
Cuestiono los ideales de la sociedad y creo mis propios ideales. Los últimos años he sufrido cambios impactantes en mi forma de ser, de pensar y de actuar. He formado mis propios principios y valores, tomando lo bueno y lo malo de mi crianza, y escogiendo qué quiero conservar, qué no y qué quiero crear yo. Para muchos he cambiado, pero quizás ahora es que aprendí a ser quien soy en realidad.
Dicen que con la edad uno se va volviendo el niño que una vez fue, y a veces pienso que no tengo que llegar a anciana para lograrlo, pues hoy me veo como la niña aislada, solitaria e independiente que fui. Esa niña que creaba y vivía en su propio mundo, diferente al de todos los demás. Y por eso creo que más que cambiar, una vez que superas la etapa de la adolescencia, vuelves a ser tú mismo. Cuando la sociedad deja de influir en ti, en tu personalidad y en tus decisiones, retomas tu verdadera esencia y logras reencontrarte contigo mismo.
De eso se trata mi crisis de los 30, de reencontrarme conmigo misma; conectarme con mi yo interior, con la niña que vive dentro de mí. Esa niña que tanto me gustaba y que dejé de ser, no sé por qué.
Me voy sintiendo liberada, siento que mi vida está tomando un rumbo que quiero tomar conmigo misma y con quien hoy comparte mi vida y mi futuro conmigo. Hoy por fin siento que tengo una meta, que tengo una visión clara de mi futuro, que sé quién soy y qué quiero.
Me reencontré a mí misma, y me gustó. Me gusta mi mundo diferente y ajeno a los prototipos de la sociedad. Y el que no pueda entenderlo, mejor que se quede afuera. El que no pueda quererme y aceptarme como soy, entonces no tiene lugar en mi pequeño pero maravilloso mundo.
Espero los 30 con ansias, y cuando llegue a los 40 y me toque comparar mis expectativas de hoy con lo que haya logrado en 10 años, espero tener otra revelación y estar en el lugar donde hoy planifico estar.
¿Cómo ha sido tu crisis de los 30?
¡Hola Joerly! Me he sentido muy identificada con tu relato, yo cumplí 30 hace unos meses y me siento como tu, más madura y con las perspectivas e ideas más claras. Ahora mismo tengo la sensación de que si tuviera la oportunidad de hablar a mi yo de los 20 le diría: tranquila, vendrán tiempos mejores aunque tendrás que esperar 10 años para ello (jejeje). Felicidades por la reflexión y por este momento tan bonito que estás viviendo ^_^
ResponderEliminarEsti muchas gracias, que bueno saber que en el mundo hay más extraterrestres como yo. Gracias por pasarte por aquí, leerme y compartir tu experiencia. Empower women! Bienvenida.
Eliminar