Hidrolipoclasia
Elimina
la grasa acumulada sin bisturí
Hoy
en día se conoce una amplia gama de técnicas para solucionar el problema de una
mujer con sobrepeso, celulitis o "rollitos" sin necesidad de recurrir
al bisturí. La Hidrolipoclasia Ultrasónica es una técnica de liposucción no
quirúrgica, no invasiva, que consiste en destruir las células grasas en un
medio de baja osmolaridad como el agua, cuyo éxito para eliminar los rollos de
más, sin anestesia ni riesgos, radica en el ultrasonido.
Esta técnica, aplicable a la adiposidad localizada pero
no excluyente de la gordura generalizada, se refiere a la infiltración de una
sustancia hiposmótica severa que consigue fragilizar la membrana de las células
grasas para su posterior destrucción por el efecto de la cavitación de las
ondas ultrasónicas aplicadas, y su posterior reabsorción por el propio
organismo. Su proceso consiste en la inyección de agua estéril quirúrgica y
pequeñas dosis de anestésicos locales en el tejido graso a destruir, para crear
un medio de baja osmolaridad en torno a las células grasas; de esta forma se
prepara al organismo para someterlo al fenómeno de ultracavitación.
En otras palabras, se basa en la capacidad que tiene el
ultrasonido de difundir el agua. Al infiltrar los “rollitos" con agua o
solución fisiológica estéril, el ultrasonido produce la cavitación, que viene a
ser algo similar al estallido de la grasa. Esta grasa entra en la circulación
sanguínea y se elimina con la orina.
¿En qué zonas está recomendada la Hidrolipoclasia
Ultrasónica?
Para eliminar las
adiposidades localizadas en zonas como revolveras, abdomen, piernas, rodillas,
espalda, muslos, etc. También aplicada para romper la fibrosis, componente
importante de la piel de naranja.
Para adiposidades en el
rostro en casos de cara muy redondeada, para eliminar la papada y mejorar la
flacidez.
Técnica aplicada
1. En primer lugar se marcan las zonas a tratar
en espacios de 10 cm x 10 cm.
2.
Seguidamente se realiza la infiltración de la
solución hipotónica. Mediante la acción de esta solución se consigue una
osmosis inversa en los adipocitos que produce la degradación y licuefacción del
tejido graso. Es decir, la materia grasa se convierte en un líquido.
En el abdomen, por ejemplo,
se aplica en dos sectores, uno a cada lado del ombligo y la aplicación no dura
más de tres minutos. En las revolveras se aplica una sola vez y lo mismo pasa
en la cara interna de las rodillas o en las caderas. También se puede aplicar
en zonas menos tradicionales como en la parte superior de los tobillos, o en
los brazos.
3.
El siguiente paso consistirá en complementar
la infiltración con un tratamiento de cavitación. La aplicación externa de ultrasonido sobre la zona tratada
produce efectos térmicos, mecánicos y químicos que facilitan la degradación de
la grasa mediante un efecto de cavitación para permitir su eliminación del
organismo. Aplicando los ultrasonidos sobre las zonas tratadas (tres o cuatro
minutos por zona), se aumenta la temperatura y el flujo sanguíneo, activando la
oxidación de las grasas y la oscilación de alta frecuencia libera las grasas
adheridas.
Ventajas
- Es un
tratamiento permanente y definitivo, pues las células grasas no se
regeneran.
- No es invasiva y
no requiere anestesia ni cirugía.
- Ayuda a eliminar
la celulitis o piel de naranja.
- No es un
tratamiento doloroso.
Desventajas
- No es altamente
efectivo para personas con gran adiposidad generalizada.
- No es aplicable
para embarazadas, aquellas personas que sufran de epilepsia, lleven
marcapasos y quienes que tengan alguna infección.
Los efectos secundarios a una Hidrolipoclasia son
locales, y puede haber presencia de hematomas o moretones por el liquido
infiltrado e inflamaciones en el área tratada, los cuales tienden a desaparecer
en 8 ó 10 días sin ninguna otra molestia. Así mismo habrá más producción de
orina y es recomendable tomar más agua para facilitar la eliminación de las
toxinas que se disolvieron de la grasa.
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